Con dos centenares de piezas procedentes de una treintena de colecciones públicas y privadas, la exposición comisariada por Tomàs Llorens y Boye Llorens es la mayor retrospectiva de Joan Cardells realizada hasta la fecha.
Fundación Bancaja ha presentado esta mañana en su sede en València la exposición Joan Cardells, una antológica de uno de los artistas valencianos clave en el arte contemporáneo español de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI. La muestra es la mayor retrospectiva realizada hasta la fecha del artista valenciano, aportando una revisión de la producción de Cardells a lo largo de su trayectoria artística en solitario desde 1976, cuando abandona el Equipo Realidad, hasta poco antes de su muerte en 2019.
Como primera exposición tras su fallecimiento, la muestra se presenta como un homenaje a Joan Cardells a través de un proyecto expositivo que le ilusionó durante los últimos meses de vida y que ha contado con la colaboración de la familia. La retrospectiva es asimismo un tributo al historiador y crítico de arte Tomàs Llorens Serra, comisario de la muestra junto a Boye Llorens Peters, y quien estuvo trabajando en el proyecto hasta su fallecimiento el pasado mes de junio. La presentación ha contado con la participación del presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón; el hijo del artista, Mario Cardells; y el comisario Boye Llorens.
La exposición, integrada por dos centenares de piezas datadas entre 1976 y 2019 y con presencia de obra inédita, muestra el trabajo de Cardells en disciplinas artísticas como la escultura y el dibujo, y con los materiales habituales en su producción como el cartón cosido, la uralita, el hierro fundido, el bronce, la cera, y el grafito sobre papel o mármol. La retrospectiva incluye la exhibición por primera vez del libro de autor de Joan Cardells, que fue un proyecto encargado por Josep Maria Benach de Àmbit Galeria d’Art y del que se exponen varios pliegos.
La presencia de las obras en la exposición, procedentes de una treintena de colecciones públicas y privadas, se articula por series temáticas y distingue dos grandes universos creativos -el primero centrado en la figura humana y el segundo en el bodegón-, dos géneros clásicos de la historia del arte, que permiten destacar la voluntad de Cardells de concentrarse en el ejercicio académico del dibujo después de abandonar el trabajo en equipo.
Con motivo de la exposición se presentará un catálogo con la reproducción de las obras en su montaje en la Fundación Bancaja, junto con el texto de investigación y la cronología de Tomàs Llorens y Boye Llorens, y una entrevista realizada por Rafael Ballester Añón a Joan Cardells en 1989.
Dentro del programa de mediación cultural, la Fundación Bancaja desarrollará talleres didácticos para escolares y talleres para personas con diversidad funcional o en situación de exclusión social en torno a la exposición y la obra de Cardells, así como visitas guiadas a la muestra.
La figura humana y el bodegón
En la primera parte de la exposición, se reúnen las obras referidas a la figura humana, siempre en actitud dinámica. Son fundamentalmente operarios de oficios industriales o artesanales, y personajes envueltos en “riñas”, que remiten al mundo del cómic y la publicidad. Muestran, en el primer caso, el interés que despertó en él su paso por la Escuela de Artes y Oficios, y, en el segundo, la fascinación por la ilustración gráfica en sus primeras lecturas infantiles.
La segunda parte de la exposición recoge las obras de carácter estático, tratadas con la solemnidad y el aplomo de las naturalezas muertas o bodegones, y donde la figura se reduce a la huella de lo humano, de sus ropajes o del producto de su trabajo. Los materiales de las esculturas reflejan cualidades de dibujo. Pero los dibujos proponen composiciones con las propias esculturas y permiten comprender la retroalimentación continua entre las disciplinas del dibujo y la escultura en la obra de Cardells.
Del dibujo a la escultura
Al abandonar el Equipo Realidad, Cardells se concentró primero en el dibujo, que es el medio más inmediato para reconciliarse con el propio trabajo en la intimidad del estudio. El dibujo le permitió alejarse de la pintura, limitar el uso del color y olvidar la dinámica del trabajo en equipo. Se trataba de imponerse un ejercicio disciplinado de vuelta al aprendizaje desde la humildad.
La inquietud por darle volumen al dibujo le llevó a trabajar con cartón y, dándole un giro a la asignatura académica “Del antiguo y ropajes”, comenzó a coser el cartón como si se tratara de un juego de sastrería. Pronto descubrió el fibrocemento, un material humilde que nunca se había utilizado en escultura y cuyas características se aproximaban a las propias de los materiales textiles. Le interesaba su aspecto austero, “sordo y silencioso”, gris y denso como el grafito, con una textura aterciopelada paradójicamente cálida como el papel y, a la vez, fría como el mineral. Se trata de un material que permite plantear la escultura en términos de dibujo.
Tras un período centrado de nuevo en el papel, volvió a la escultura con el hierro, otro material pobre e industrial. Con la plancha de hierro fundido logró dar relieve a los trazos sobre unas texturas parecidas a las del fibrocemento. La fundición condujo al bronce, y el trabajo con moldes llevó a explorar las posibilidades de la fibra de celulosa. Pero a estas alturas, la escultura, si no era una forma más de dibujar, se había convertido en mero pretexto para el dibujo, mientras los relieves del papel kraft acercaban el dibujo a la escultura.
Los motivos temáticos
Los motivos con los que Cardells trabajó fueron voluntariamente limitados. Las chaquetas, pantalones, bibelots, granadas, ollas, calabazas o mazorcas aparecían y desaparecían a lo largo de las series según los soportes con los que trabajaba.
En última instancia, la temática estaba determinada por los materiales, que finalmente definían las series. Esto resalta un interés predominante por la investigación y el aprendizaje entre sus inquietudes, huyendo siempre de la grandilocuencia y las soluciones definitivas para mantenerse en el ámbito de lo tentativo, en la penumbra de la incertidumbre, donde la duda alienta el conocimiento.
Su universo deliberadamente concreto en los motivos temáticos se extendió también a su uso predominante del color gris en su producción. “El gris es algo de lo que partí. La idea de gris es lo primero que me interesaba”, afirmaba en una entrevista con Rafael Ballester Añón en 1989. “Soy también sensible al color y ocasionalmente hago intervenir al color, lo que ocurre es que todo empieza con el asunto del dibujo y toda esa mirada hacia atrás, en esa recapitulación hay algo fundamental, que no sólo conecta con los últimos años de trabajo sino con los primeros de mi vida con lápiz, con lápiz de carbón”, afirmaba.
Colecciones institucionales y privadas
Para la realización de esta exposición, la Fundación Bancaja ha contado la colaboración de importantes colecciones institucionales y privadas. A las obras de la colección del artista cedidas por la familia y de la colección de la Fundación Bancaja, se suman las aportadas por una treintena de prestadores como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, IVAM, Colección Fundación Mediterráneo, Colección CaixaBank, Diputació de València, Col.lecció Per Amor a l’Art, Àmbit Galeria d’art, Galería Cànem, Colección Luis Adelantado, Colección Shiras Galería, Fundació Suñol, Colección Manolo Martín, Colección Sebastián Barrachina, Colección Pepe Gimeno y Nora Santos, Colección Martí Quinto y Eva Mus, Colección Civera Tormo, Colección Carmen Calvo, Colección Liébana-Villacañas, Colección Hugo de Val, entre otros.
Joan Cardells (València, 1948 – 2019)
Joan Cardells nació en València en 1948. Su formación académica le llevó primero a la Escuela de Artes y Oficios para ingresar luego en la Escuela Superior de Bellas Artes de Valencia.
En 1964 entró en contacto con el movimiento artístico Estampa Popular con el que colaboró, y en 1966 fundó el grupo Equipo Realidad junto con Jorge Ballester desde donde desarrollaron un realismo crítico de compromiso social y tendencia pop hasta su disolución en 1976. Ya en 1974 inicia su trayectoria personal con una actitud más introspectiva fundamentada en una reflexión sobre las primeras etapas de su formación artística, llevada a cabo esencialmente mediante la escultura y el dibujo.
Su primera exposición individual fue en 1979 en la Galería Punto en València. A partir de ese momento, su obra se ha exhibido en muestras individuales y colectivas en espacios como el IVAM, Sala de Exposiciones El Almudín, Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile, Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, Palacio de la Inquisición de México, Fundación Joan Miró, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Centre del Carme, Centre Cultural La Nau, Bombas Gens, y la propia Fundación Bancaja, entre otros.
La obra de Cardells está presente en colecciones como las de la Fundación Bancaja, IVAM, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Diputación de València, Fundación Coca-Cola, Fundación Caja de Burgos, Fundación la Caixa, Mie Prefectural Art Museum de Japón, The Chase Manhattan Bank de Nueva York, Fundación Mediterráneo, o Fundación ICO, entre otras.
Ha recibido galardones como el Premio Cáceres de Escultura (1982), Premi Alfons Roig de la Diputación de València (2000), y fue nombrado académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia en 2015. Joan Cardells falleció en julio de 2019 en València.