El índice de pobreza humana elaborado por la Fundación Bancaja y el Ivie mide la pobreza más allá del aspecto monetario contemplando privaciones en salud y educación, además de renta y exclusión social. Los datos actualizados muestran que en España el índice de pobreza humana ha aumentado un 1,7% en el periodo de crisis económica debido al aumento del porcentaje de pobres y de la tasa de paro de larga duración (un 16,2% y un 565% respectivamente entre 2007 y 2012). Esto ha ocurrido pese a la reducción de la pobreza que ha tenido lugar en las dimensiones de salud y educación, medidas por la probabilidad de no superar los 60 años de vida y la tasa de abandono escolar temprano, que han disminuido un 15% y 20% en cada caso.
Son datos elaborados por la Fundación Bancaja y el Ivie y publicados en el cuaderno de Capital Humano Pobreza en un periodo de crisis económica. El equipo investigador ha estado formado por los investigadores del Ivie, Carmen Herrero y Antonio Villar (catedráticos de la Universidad de Alicante y la Universidad Pablo de Olavide respectivamente), y el técnico de investigación del Ivie Ángel Soler.
Las diferencias entre comunidades autónomas en el nivel de pobreza se han duplicado durante la crisis. El mayor crecimiento ha tenido lugar en Extremadura, Andalucía y Canarias. Estas tres comunidades autónomas son también las que presentan peores resultados respecto a la media nacional. En el extremo opuesto se encuentran Navarra, País Vasco y Cantabria, que tienen los menores valores de pobreza respecto al conjunto de España.
Pobreza material y exclusión social
Los datos de pobreza material muestran un aumento del porcentaje de pobres en España de 3 puntos porcentuales, llegando en 2012 al 22,23% de la población. En 11 comunidades autónomas se ha producido un notable incremento de la pobreza, mientras que en las restantes ha tenido lugar un leve retroceso de la misma. La pobreza material es la dimensión que presenta mayores diferencias entre comunidades autónomas, y estas han aumentado durante la crisis.
Como señala Antonio Villar, hay que prestar atención al comportamiento especialmente negativo experimentado por las comunidades del arco mediterráneo, a pesar del excelente comportamiento que ha tenido el sector turístico.
En el cálculo del índice de pobreza humana, los datos de personas desempleadas durante más de doce meses (paro de larga duración) informan de la dimensión de la pobreza de la exclusión social.
En Illes Balears, Murcia y La Rioja la tasa se ha multiplicado por más de 10, aunque en 2007 se encontraban por debajo de la media nacional. En España en su conjunto la tasa de paro de larga duración se ha más que sextuplicado en este periodo.
Comportamiento positivo de la pobreza en salud y educación
La pobreza en salud y educación ha disminuido en España entre 2007 y 2012 (un 14,9% y un 24,6% respectivamente), debido a que las variaciones en salud se ven a largo plazo y la educación se comporta de manera contracíclica, ya que una de las respuestas al desempleo es un mayor interés por la formación. Ahora bien, como advierte el investigador Antonio Villar esto no debe hacernos olvidar dos aspectos relevantes. Uno, que los años de estudio hay valorarlos también en términos de conocimientos efectivos; en este sentido los resultados de PISA indican que tenemos problemas pendientes de resolver. Dos, la existencia de una enorme bolsa de jóvenes con muy baja formación que están desempleados y que tendrán una difícil recolocación. La tendencia previsible es la de una mayor desigualdad porque las diferencias en formación efectiva se traducirán en diferencias en empleabilidad.
En cuanto a la salud, no es previsible que cambie de tendencia en términos de esperanza de vida, a menos que la crisis se prolongue durante más tiempo (aunque en algunos países ha sucedido, como en Rusia y en Grecia).
Actualización de datos
El cuaderno Capital Humano Pobreza en un periodo de crisis económica está disponible aquí y detalla los datos actualizados del estudio Pobreza en España y sus comunidades autónomas.
Antonio Villar, investigador del Ivie y catedrático de la Universidad Pablo de Olavide, e Isabel Rubio, gerente de la Fundación Bancaja.