Exposición

Los Piranesi de Montserrat

Fecha
Del 27/01/2011 al 27/03/2011
Centro
Sala de exposiciones "Casa Garcerán"
Colón, 23, Segorbe

Bancaja y el Museo de Montserrat presentan en Segorbe la obra de uno de los principales grabadores de la historia, Giovanni Battista Piranesi, conocido como el ‘Rembrandt de las ruinas’. La exposición Los Piranesi de Montserrat, una selección de grabados adquiridos por la Abadía de Montserrat a principios del siglo XX, permanecerá en la Casa Garcerán de Segorbe del 27 de enero al 27 de marzo de 2011.

La exposición está integrada por medio centenar de láminas de Giovanni Battista Piranesi, de las series Vista de Roma (1748-1778) y Antigüedades Romanas (1756). Este conjunto está acompañado de una decena de láminas de su hijo Francesco, que aportan continuidad al estilo de Piranesi ya en el siglo XIX. La mayoría de estos grabados fueron comprados en Roma por el Padre Bonaventura Ubach a finales de la Primera Guerra Mundial. Esta colección está considerada la más importante del Estado, junto a la de la Biblioteca Nacional de Madrid  y la de la Real Academia de San Carlos de Valencia.

Acompaña la exposición un audiovisual que permite ver, página a página, el libro Il Campo Mazio dell’Antica Roma (1762), un tratado considerado esencial para comprender la defensa que Piranesi hizo de Roma en un tiempo en que se discutía su  supremacía en la antigüedad.

El artista

Giovanni Battista Piranesi nace el 4 de octubre de 1720 en Mogliano di Mestre, localidad próxima a Venecia, ciudad que tendría una fuerza decisiva en su destino. En Venecia conoce un género artístico ya consolidado: las vedutte o vistas topográficas de la ciudad, un género que en aquel momento desarrollaban Gaspar van Wittel, Luca Carlevaris y, sobre todo, Canaletto.

En 1740, viaja a Roma como dibujante, ciudad que era entonces la capital intelectual de Europa, destino de formación de aquellos jóvenes que emprendían el Gran Tour, y allí Piranesi descubrió la semilla de nuevas ideas. Estuvo en la Ciudad Eterna tres años, pero cuando regresó, ya en 1745, se quedó en ella el resto de su vida.

La obra

Piranesi grabó al aguafuerte los parajes y monumentos más conocidos de la Ciudad Eterna, que servían de recuerdo a los primeros turistas procedentes del norte de Europa, una primera aproximación a las postales actuales, perfectamente fechadas y catalogadas, que recogen treinta años grabando vistas de su ciudad de adopción. Vistas como la Isla Tiberina, el Coliseo, la pirámide Cestia, el Campidoglio, o Vila Pamphili, entre otras, crearon un imaginario de Roma y de su entorno difundiéndolo por toda Europa.

Por otra parte, Piranesi también reflejó vistas en la cuales la naturaleza y vegetación ganan el protagonismo al lugar, como las cascadas de Tívolo, de agua abundante y árboles que se recortan encima de l cielo como los brazos de un candelabro rococó o el templo de Minerva como una torre de Babel romántica, o la galería de Vila Adriana que es una carcere de vegetación de una potencia visual extraordinaria. Realizó su obra como si el grabado fuese pintura, con una técnica de claroscuro que hasta entonces sólo Rembrandt había conseguido. Por éste motivo Piranesi ha sido definido como “el Rembrandt de las ruinas”.

Il Campo Marzio dell’Antica Roma

El ejemplar de Il Campo Marzio dell’ Antica Roma de la biblioteca del monasterio de Montserrat corresponde a la primera edición. Según indica la crónica del monasterio, su llegada a Montserrat debió de producirse el 7 de diciembre de 1918, junto con otros libros procedentes de Roma, donde el Padre Bonaventura Ubach lo adquirió a algún librero o anticuario.

Con inteligencia, Piranesi enlaza su obra con la tradición de los tratados de la Antigüedad. Exalta la magnificencia de Roma mediante la planimetría de la ciudad, cuya metamorfosis explica su propia historia.