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Eduardo Úrculo. Un viajero cosmopolita
Plaza de Tetuán, 23 ,Valencia (Valencia)
De martes a domingo: de 10 a 14 h y de 16.30 a 20.30 h.
Lunes cerrado, excepto festivo y víspera de festivo.
Horario de Pascua:
18, 21, 28 abierto de 10 a 14 h y de 16:30 a 20:30 h.
General: 9 euros.
Reducida: 5 euros (pensionistas, desempleados, personas con diversidad funcional, estudiantes de 13 a 26 años y familias numerosas).
Gratuita (menores de 12 años).
Venta de entradas en la taquilla (plaza Tetuán, 23).
Cada entrada permite el acceso a todas las exposiciones vigentes en la Fundación Bancaja en el momento de la visita.
Público general
- Duración: 50 minutos.
- Asistencia mínima de 6 personas por sesión para la realización de la actividad.
- Precio: 5€ + Entrada exposición.
- Información y reservas: visitascomentadas@fundacionbancaja.es.
Grupos
- Duración: 50 minutos.
- Sesiones: martes: 10 h, 11 h, 12 h, 17 h, 18 h y 19 h / miércoles: 10 h, 11 h y 12 h.
- Aforo máximo 25 personas.
- Información y reservas: visitascomentadas@fundacionbancaja.es.
La Fundación Bancaja presenta la exposición Eduardo Úrculo. Un viajero cosmopolita, que ofrece una revisión de la producción artística del creador vasco-asturiano durante cuatro décadas, proponiendo un recorrido por su icónica obra pictórica y escultórica desde 1960 a 1999.
La exposición, la primera retrospectiva en Valencia del artista español referente del pop art, está integrada por 54 obras entre pinturas, esculturas y dibujos, que recorren cuarenta años de la trayectoria vital y profesional de Eduardo Úrculo (Santurce, 1938 – Madrid, 2003).
La muestra, comisariada por la doctora en Historia del Arte, Alicia Vallina, propone un tránsito por el legado de Úrculo y establece una metáfora con una de las temáticas principales de su obra: el viaje como elemento esencial de descubrimiento. A partir de esta premisa, la exposición revela su universo estético plasmado en temas como el deseo, el misterio, el placer, el sufrimiento o la exaltación de la vida, inspirados en muchas ocasiones por el cine, la publicidad, los magazines o la propia realidad.
El conjunto de obras presentadas, algunas de ellas inéditas, procede de la colección de su único hijo, Yoann Úrculo, del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid y de otras colecciones particulares.
El imaginario de Eduardo Úrculo se revela en un itinerario que ilustra las tres etapas principales en las que se estructura su producción artística:
De la abstracción al lenguaje expresionista
Eduardo Úrculo experimentó al inicio de su carrera con la abstracción para abandonarla pronto y hacerse eco del casticismo de lo popular, del dolor y del sufrimiento. Sus primeras obras transitan por el mundo de la mina, de su pasado, de la gente abatida por la pobreza, la desesperación y la soledad.
Las obras de esta etapa que forman parte de la exposición, creadas durante la década de los 60, dejan ver tonalidades grises, pardas y oscuras que representan a personajes solitarios, desesperados y tristes marcados por un expresionismo dramático y social.
Los años del pop art
A finales de los años 60 el artista da paso a una nueva etapa marcada por el descubrimiento del pop americano y la explosión de color. Úrculo se detiene durante estos años en la erótica del desnudo y en propuestas coloristas, sensuales y hedonistas. El voyeurismo inspira creaciones en las que el deseo se mezcla con el misterio y en las que el anonimato da rienda suelta a la imaginación.
El viaje de la vida
La tercera etapa está centrada en el tránsito, la contemplación y el gran viaje de la vida con sus icónicas obras llenas de sombreros, maletas y paraguas. En ella, el valor de lo efímero impregna su obra. El núcleo esencial de la muestra transita por ciudades cosmopolitas donde migrantes y viajeros discurren entregados a la emoción y nostalgia que provoca la vida nómada.
En su búsqueda constante de la belleza, emplea el fetichismo para describir su propio viaje de vida vivida. El artista se deleita en los objetos silenciosos que le rodean y se deja admirar por el mestizaje y cosmopolitismo de la Gran Manzana, aunque también comparte la soledad y melancolía del viajero solitario y desgarrado que muchas veces retrató en sus primeras composiciones.
Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo con la reproducción de las obras expuestas y textos elaborados por Alicia Vallina, comisaria de la exposición; Yoann Úrculo, hijo del artista, y Rafael Trénor, amigo íntimo de Úrculo. Dentro de su programa de mediación cultural y artística, la Fundación Bancaja ofrece visitas comentadas de la mano de un experto especialista en arte y mediación cultural.