Exposición

Iconografías de Sorolla a Picasso y Valdés

Fecha
Del 30/06/2019 al 13/10/2019
Centro
Monestir de Sant Feliu de Guíxols
Plaça Monestir, s/n, Gerona

La exposición lleva a Sant Feliu de Guíxols una cuarentena de obras de la Colección Fundación Bancaja.

Obras de Sorolla, Picasso, Manolo Valdés, Sean Scully o Julian Opie se incluyen en la exposición Iconografías. De Sorolla a Picasso y Valdés. Colección Fundación Bancaja-Colección Carmen Thyssen, que se podrá ver en el Espai Carmen Thyssen de Sant Feliu de Guíxols. La muestra colectiva, que se inaugura el 29 de junio de 2019 y estará abierta del 30 de junio al 13 de octubre, presenta 46 obras de 21 autores, del periodo que va desde finales del siglo XIX a 2005.  Las obras proceden de los fondos de Colección Fundación Bancaja y de la Colección Carmen Thyssen.

De este modo, el Espai Carmen Thyssen de Sant Feliu de Guíxols, localidad que en un futuro acogerá el Museo Carmen Thyssen, invita así a que el público pueda conocer una selección de una importante colección de arte privada del Estado Español, con la intención de establecer un fructífero diálogo con la colección de la baronesa Thyssen. Además, la exposición sólo se puede ver en el Espai Carmen Thyssen, sin ninguna otra itinerancia. La Colección Fundación Bancaja está formada por obras que van desde el siglo XV hasta la actualidad, tanto de artistas españoles como internacionales, y es especialmente rica en obras de artistas valencianos, con una especial presencia de Sorolla, y en la obra gráfica de Pablo Picasso.

Comisariada por Pilar Giró, la exposición propone un recorrido, a través de pinturas, esculturas, dibujos y linograbados, por una cuidadosa selección de la Colección Fundación Bancaja con la intención de que el espectador se acerque a la diversidad de lenguajes y relatos que se desarrollan en el transcurso de un siglo de arte. El itinerario huye de un relato historicista basado en la cronología para poner de relieve los contrapuntos de influencias e intercambios entre autores, estilos y épocas.

El título de la exposición se refiere a los diferentes modelos iconográficos que representan las obras de arte y que muestran formas diversas de ver, sentir y analizar y que configuran nuestra visión del mundo. Pilar Giró, en su texto de presentación del catálogo de la exposición, afirma que en una sociedad donde es evidente el predominio del lenguaje de la imagen, «las obras de los artistas se convierten en modelos de representación y entre ellos se ha utilizado como referente, ya sea para acercar lenguajes, para explorar, o para desarrollar estéticas opuestas».

La exposición repasa iconografías y también iconos a lo largo de casi un siglo de historia del arte, con un especial protagonismo de la luz de las tres pinturas de Sorolla presentes en el recorrido, así como de otros exponentes de la pintura valenciana. En una segunda parte de la muestra, también se analiza cómo se han releído mitos del pasado en las narrativas contemporáneas y se remarca como han tratado los iconos tres artistas, Picasso, Manolo Valdés y Julian Opie, que protagonizan el final del recorrido con salas monográficas.

Iconografías del cotidiano, del paisaje y de la luz

En la primera parte de la exposición, situada en la planta baja del Espacio Carmen Thyssen, se exploran las iconografías del cotidiano, del paisaje y de la luz a través de la obra de artistas valencianos internacionales. Joaquín Sorolla, el maestro de la luz, hace de hilo conductor en las tres primeras salas de la exposición con una obra suya en cada una de las salas.

En el primero de los ámbitos de la exposición, las iconografías de lo cotidiano se centran en escenas de la vida diaria pero estas son sólo una excusa para los artistas de finales del siglo XIX y principios del XX para desarrollar en el cuadro la potencia de la luz, la composición y las pinceladas. Dos pintores tienen una influencia indiscutible en el modernismo de la pintura valenciana: Joaquín Sorolla, de quien se expone Playa de Biarritz (1906), e Ignacio Pinazo, con el retrato Valenciana (1899). Estos dos autores fueron referentes para la pintura de Alberto Pla, José Mongrell y José Navarro.

El paisaje, siempre sin figura humana, centra el segundo ámbito de la exposición que de nuevo se inicia con una obra de Sorolla, Otoño. La Granja (1907), pero el resto de artistas representados en este apartado, ya en los años 60 y 80 del siglo XX, intentan alejarse del sorollismo. Son Genaro Lahuerta, Francisco Lozano, Luis Arcas y Rosa Torres.

En el tercero de los ámbitos, Iconografías de la luz, la selección de piezas pretende homenajear la geografía, la belleza y la espiritualidad del Levante a partir de una pintura de playa muy emblemática de Sorolla, Al agua. Playa de Valencia (1908), realizada justo en el momento previo a su gran reconocimiento internacional. Las playas valencianas también se representan en los años 70, pero con lenguajes estilísticos diversos, por Francisco Sebastián, Equipo Crónica, Eusebio Sempere y Joaquín Michavila.

Mitos e iconos

En la primera planta del espacio se ha instalado la segunda parte de la exposición, en la que el discurso se abre a artistas nacionales y internacionales y se centra en demostrar cómo los artistas de la modernidad construyen parte de su lenguaje a partir de referencias estéticas muy claras. Juan Navarro Baldeweg y Sean Scully están fascinados por Matisse, mientras que Jordi Teixidor y también Scully toman como referentes a Mark Rothko y Ad Reinhardt. En cambio, Josep Renau y Rafael Benimodo Armengol revisan la representación de la mitología clásica.

La última parte de la exposición analiza la obra de tres artistas de manera monográfica. Se dedican dos salas a la obra de Picasso: una dedicada a Jacqueline, con seis linograbados de 1963 que retratan a la que fue la última esposa del pintor, y otra sala centrada en la representación de la casa-taller de La Californie, en los dibujos del Carnet de la Californie, realizados en 1955 en el momento en que el artista adquiere la casa.

El valenciano Manolo Valdés -excomponente del Equipo Crónica- protagoniza otra sala de la muestra con dos esculturas -una de ellas de bronce, que representa la Infanta Margarita velazquiana, una figura que ha convertido en un icono del arte del artista- y tres pinturas.

El recorrido se cierra con una sala dedicada al artista británico Julian Opie, conocido por su estilo sintético en la frontera de la tradición del pop-art, el geometrismo y el minimalismo, y el uso de las nuevas tecnologías. De este autor, se exponen dos paisajes y un retrato del piloto de automovilismo, Jenson Button, de 2004, la única pieza de la exposición que pertenece a la Colección Carmen Thyssen.

Actividades alrededor de la exposición

La exposición está complementada por visitas guiadas, visitas con degustaciones de vinos y cavas y actividades especialmente dirigidas al público infantil. Una de ellas es el Cuaderno de viaje, un folleto que se da a los menores de 12 años, con un juego de pistas a partir de fragmentos de los cuadros. También está dedicado al público infantil, el Espai Kids, con la colaboración de Milan, a la salida de la exposición. Además, con la entrada de visita escolar, los niños pueden convertirse en guías de sus padres o familiares con derecho a volver otro día a la exposición con la visita gratis. Puede encontrar todas las actividades en torno a la exposición en la web del Espacio Thyssen, www.espaicarmenthyssen.com.

Sobre el Espai Carmen Thyssen

El Espai Carmen Thyssen, situado en el monasterio de Sant Feliu de Guíxols, es un centro dedicado a exposiciones temporales, que se inauguró en el verano de 2012 con la exposición Paisaje de luz, paisajes de sueño. De Gauguin a Delvaux. Desde entonces, el centro se ha convertido en un referente artístico de la Costa Brava y ha situado Sant Feliu de Guíxols en el vértice del triángulo de la oferta cultural gerundense, junto con Figueres y Girona.

Desde su apertura, el espacio ha sido un tipo de laboratorio previo a la futura inauguración del Museo Carmen Thyssen en un edificio de nueva planta integrado al monasterio que ocupará la plaza de la Abadía. En estos momentos el proyecto ejecutivo del edificio se encuentra en proceso de licitación y se adjudicará durante el próximo otoño. El museo acogerá un fondo permanente de la colección de pintura catalana de Carmen Thyssen Bornemisza. Una parte de esta colección se ha dado a conocer mientras tanto a través de las exposiciones temporales que anualmente ha organizado el espacio.

El centro ha acogido desde su apertura muestras temporales durante la temporada estival que han tenido una buena acogida tanto de público como de crítica. En 2013 se pudo ver la exposición Sisley-Kandinsky-Hopper; el 2014 El ideal en el paisaje. De Meifrèn a Matisse y Goncharova; el 2015 Barcelona-París-New York. De Urgell a O’Keeffe; el 2016 La ilusión del Far West; y en 2017 Un mundo ideal. De Van Gogh a Gauguin y Vasarely. El año pasado el Espacio presentó la muestra Naturaleza en evolución. De Van Goyen a Pissarro y Sacharoff. Colección Carmen Thyssen, que tuvo 20.000 visitantes. Paralelamente, se abrió el llamado Espai Viu, en la cuarta planta del monasterio, con una muestra del escultor Gerard Mas (2017) y un año más tarde una exposición que recreaba el taller del artista Pepa Poch.

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