El análisis realizado por Bancaja y el Centro de Estudios para la Integración y Formación de Inmigrantes –CEIM- confirma que en el conjunto de España los rumanos ocupan el tercer lugar en número de inmigrantes (317.366 personas empadronadas), tras los marroquíes y los ecuatorianos. Madrid es la comunidad con mayor cantidad de inmigrantes de origen rumano empadronados. En concreto, las 96.437 personas de nacionalidad rumana empadronadas en Madrid representan el 30,4% del total de los inmigrantes procedentes de Rumanía empadronados en España. Tras la comunidad madrileña las comunidades que mayor cantidad de rumanos acogen son la Comunidad Valenciana (19,1% del total) y Cataluña (12,4%).
Según el estudio su llegada es relativamente reciente, ya que es a partir de 2000 cuando el colectivo empieza a tener cierto peso en el global de la inmigración en España. El hundimiento económico y social de su país, tras la caída del régimen comunista, provocó la salida de muchos de ellos hacia la Europa Central pero las restricciones impuestas por estos países los impulsó paulatinamente hacia otros destinos como España.
Actualmente, los rumanos representan el 9,3% del total de trabajadores extranjeros registrados en la Seguridad Social, de los cuales la mayor parte (93,7%) trabajan por cuenta ajena. Por sectores de actividad, destacan los servicios (36,7% en relación al conjunto de los trabajadores extranjeros), la agricultura (24,9%) y la construcción (29,7%) son los que más trabajadores rumanos absorben.
La emigración rumana en España es una importante fuente de ingresos para su país de origen. Las remesas totales que envían a Rumanía superan los 4.000 millones de dólares anuales, lo que supone aproximadamente el 6% del PIB del país. Por lo que respecta a España, el informe indica que los inmigrantes rumanos en nuestro país contribuyeron en 2004 con el 6,3% de las remesas totales efectuadas a Rumanía durante ese año, lo que equivale a 258 millones de dólares.
Con la reciente entrada en la Unión Europea de Rumanía las posibilidades de trabajo para el colectivo rumano se ven reforzadas, pues facilitará su integración laboral y social sin necesidad de renunciar a su nacionalidad de origen.
