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Horno del palmeral de Elche, 1919/ 1918
Ficha técnica
El 26 de noviembre de 1911, Joaquín Sorolla y Archer Milton Huntington firmaron en París un contrato por el cual el pintor se comprometía a realizar una serie de paneles en los que representaría las regiones españolas para decorar la biblioteca de la Hispanic Society of America de Nueva York. Comenzó entonces un periodo de intenso trabajo para el valenciano; aunque el contrato establecía un plazo máximo de cinco años para su ejecución, el pintor no lo terminaría hasta 1919.
Después de varias modificaciones y proyectos, Sorolla concibió la decoración a partir de lienzos independientes en los que representaría las regiones por medio de sus tipos, indumentaria, paisaje y tradiciones, una tarea que unificó con el título Visión de España. Sorolla viajó por España para pintar in situ los paneles y algunos estudios preparatorios de tipos o elementos concretos que posteriormente incluiría en las obras definitivas. Así ocurre en el caso del panel dedicado a Elche y en el estudio Horno del palmeral de Elche, de la Fundación Bancaja.
El 29 de septiembre de 1918, Sorolla llega a Alicante y, al día siguiente, en su visita al palmeral de Elche, decide pintar allí el cuadro. Sin embargo, por distintas razones, entre las que se encuentran que los dátiles no tenían el color que Sorolla quería plasmar y la epidemia de gripe que se extiende por la región, vuelve a Madrid sin pintar el panel. Regresa a Alicante en noviembre y se instala en el huerto del Carmen, propiedad de Juan Soler; desde allí viaja a Elche el día 1 de diciembre: «Estoy muy cansado pues me levanté a las cinco de la mañana para ir a Elche, donde hice dos apuntes de un horno».
Uno de estos apuntes es el de la Colección Bancaja, en el que se presenta el horno de frente, el mismo punto de vista que tendrá en el panel. El segundo de los apuntes, que se halla en una colección particular, es una visión lateral de ese horno, pero ninguno de los dos llegará a usarlos en el cuadro, ya que le construirían un horno en el huerto del Carmen: «Hoy terminaron un horno colocado en el sitio que lo deseaba para el cuadro, así que no tengo necesidad de volver a Elche. El dueño del Carmen es valenciano, un hombre bueno y complaciente, él lo hizo por evitarme viajes a Elche». Efectivamente, Sorolla no volvería a Elche, y, aunque el horno representado no sea el mismo que vio en aquella ciudad, los dos apuntes que realizó allí seguramente le sirvieron para decidir qué punto de vista quería que formara parte del fondo del panel.