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Prometeo, 1961
Ficha técnica
Realizada con técnica mixta sobre tabla, la obra Prometeo recrea, a partir de la particular lectura en clave social de Josep Renau, el episodio del personaje mitológico que roba el fuego a Zeus para entregarlo a los hombres. En el cuadro destaca la figura de Prometeo, proyectada a través de una perspectiva dinámica que nace de la línea de fuga definida en el extremo inferior izquierdo para expandirse desde diversos ángulos. El protagonista de la alegoría es representado mientras lucha contra el águila, enviada por los dioses para comerse a diario su hígado, y trata de liberarse de la argolla y las cadenas que lo apresan a la roca.
La acción se enfatiza a través de la contorsión en la anatomía y la pronunciada musculatura de Prometeo, y el autor concibe la composición a partir de una estética próxima al expresionismo abstracto. Dominan los trazos negros y gruesos que estructuran el esquema de movimiento en toda la superficie de la obra, donde los materiales empleados se apoyan en una técnica mixta, con
mayor presencia de óleos y arenas. La gestualidad y el dramatismo se afianzan mediante un cromatismo próximo a los colores primarios y dominados por los tonos cálidos —contrastes rojos en el extremo superior, emulando la llama— y la pincelada continua. La obra muestra la escenificación de una tragedia donde el horror vacui, encuadrado abruptamente, reviste la dimensión total de la pieza desde la frontalidad. La composición se equilibra con las gamas de azules que se contraponen en el extremo izquierdo de la pieza y aportan mayor luz al paisaje lúgubre.
La etapa de exilio berlinés de Renau (1958-1982) se caracterizó por la escasez de ilustración gráfica. Es probable que este cambio de orientación artística obedeciera a su nuevo estatus socioprofesional en la República Democrática Alemana, que le permitió dedicar menos tiempo al cartel publicitario y sercreativamente más libre. Durante el periodo de realización de esta obra (1961), el autor compagina la pintura, una actividad intimista de retratos, naturalezas muertas y paisajes, con la práctica de los murales y los trabajos de fotomontajes. En ese sentido, Renau aprovecha toda la capacidad metafórica y simbólica de los elementos artísticos para crear un imaginario visual colectivo, pronunciado siempre en términos de estricto presente. Convencido del aspecto revolucionario del arte, a partir del contenido de sus imágenes podemos relacionar el argumento de Prometeo con la lucha por la libertad en ese momento social. En el mismo año de la realización de la pintura se empezaba a construir el muro de Berlín, y durante ese periodo le encargaban la pintura mural de La conquista del sol (denominado después El uso pacífico de la energía nuclear), que defendía la emancipación del hombre mediante el dominio de las fuerzas energéticas de la naturaleza.
Sin embargo, la escasez de pintura fue un elemento condicionante en su producción artística, en la cual se inclinará por la difusión de masas en los formatos de cartel, mural, fotomontaje o cine. En la obra Prometeo se interrelacionan algunos ingredientes nacidos de su experiencia como colaborador en los proyectos del artista David Alfaro Siqueiros, así como otros componentes de perspectiva surrealista, expresionismo dadaísta alemán y referencias a los murales mejicanos de artistas poscubistas.
En la mitología griega, Prometeo es el titán amigo de los mortales y protector de la civilización humana que, al robar el fuego de los dioses para entregarlo a los hombres, desencadena el castigo de Zeus. Su historia también es narrada en la obra Prometeo encadenado, del poeta Esquilo, y se ha representado en otras pinturas de artistas como Rubens, en las versiones de 1612 y 1636, en las cuales escapa del Olimpo con la llama; José de Ribera, en cuya obra el personaje es encadenado por Vulcano (1630), o Jan Cossiers (1638), pero quizá la más cercana a la estética de Renau sea el mural sobre Prometeo del artista mejicano José Clemente Orozco, cuyos trabajos conocería en su etapa como exiliado en aquel país. Este autor también pinta figuras distorsionadas y fuertemente expresivas por medio de colores vivos. Algunas culturas identifican a Prometeo con el conocimiento, dado que evita que los hombres vivan en una oscuridad perpetua.
Josep Renau fue un intelectual revolucionario. La necesidad de encontrar un código personal originó la asociación de una serie de imágenes para cuya lectura no se necesitaban conocimientos previos porque estaban narradas a través de un código popular. En este caso, la comunicación en la obra se produce mediante un episodio mitológico que permite su conexión social.