San Juan Evangelista, como es tradición, aparece representado como un joven imberbe, el más joven de los doce apóstoles. Su figura permanece en pie, ligeramente ladeada, en actitud de caminar, al tiempo que mira al espectador de frente. Muestra en la mano derecha uno de sus atributos, la copa de veneno; se trata de aquella cuyo contenido debía beber Juan a petición del sumo sacerdote del templo de Diana, en Éfeso, con el argumento de que, si no le ocurría nada, demostraría que el Dios del santo era el verdadero.

Como autor de uno de los evangelios y del Apocalipsis, sujeta con la otra mano un libro; y a su derecha, a sus pies, cobijada bajo su manto, aparece el águila, su atributo simbólico, que dirige la mirada hacia el santo. Viste túnica rojiza y manto azulado. El rostro, delicado y de facciones muy tiernas y juveniles, recuerda a los reproducidos en sus famosas Inmaculadas, y también al de la tabla de la Dormición de la Virgen del retablo de la Font de la Figuera, donde aparece un modelo semejante al del rostro de san Juan Bautista, de la colección Alcubierre.

La tabla de San Juan Evangelista forma parte de un conjunto de cuatro; las otras tres figuras, también de cuerpo entero, son las de San Juan Bautista, San Vicente Ferrer y San Bernardo. Las de los santos Juanes tienen un paisaje de fondo que ocupa el tercio inferior de la tabla; en ellas apreciamos una pequeña cordillera de montañas con diferentes degradaciones de tonalidades azuladas que originan cierta sensación de suave y bien resuelta profundidad, y donde se distingue una pequeña ciudad. En las otras dos, las figuras se hallan sobre un suelo embaldosado con un pretil detrás. Por sus reducidas dimensiones, se ha planteado que podrían formar parte del guardapolvo de un único retablo, semejante en estructura, por ejemplo, al de la Font de la Figuera.

Fueron dadas a conocer en 1927, por C. de P. [conde de Polentinos] en su visita al palacio de la condesa de Alcubierre. Albi las atribuyó en 1979 a Joan de Joanes; las situó cronológicamente cercanas al citado retablo de La Font de la Figuera y propuso como fecha en torno a 1545-1550, tesis que por nuestra parte suscribimos.

La tabla de San Juan Evangelista, anteriormente conservada en la colección del conde Alcubierre de Madrid, fue adquirida por la Fundación Bancaja el 5 de noviembre de 2006.