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San Onofre ermitaño

San Onofre ermitaño, 1630

Ficha técnica

Título
San Onofre ermitaño
Año
1630
Autor
Ribera / José de
Medidas
96 × 74 cm
Clase
Pintura
Material
Óleo sobre tela
Soporte
Tela
Serie
Siglo XVII

José de Ribera, llamado el Españoleto, nació en Xàtiva en 1591 y falleció en Nápoles, donde vivió gran parte de su vida, en 1652.

Su verdadera formación, la que realmente condicionó el desarrollo posterior de su pintura, tuvo lugar en Italia, aunque no sabemos demasiado acerca de dónde y cómo se produjo. Se ha hablado, quizá en exceso, de un primer aprendizaje en tierras valencianas, donde por esos años Francisco Ribalta era el pintor que marcaba estilo. Se conoce recientemente su ruta hacia Italia, gracias a su declaración en el processetto matrimoniale de 1616, publicado en 2015 por Porcio y D’Alessandro:1 «[…] hará unos diez años que salí de Valencia mi patria y fui a Roma para aprender a pintar donde estuve diez años». Por tanto, llegó a Roma en 1606 y a Nápoles en 1616. En ese periodo estuvo en Parma en 1610 y 1611. Allí Ludovico Carracci lo calificará como «ese pintor español que sigue la escuela de Caravaggio».

En cualquier caso, la técnica delicada y rápida de sus dibujos, bien distinta de la española, es italiana y pudo aprenderla en su estancia en Parma. Tampoco se sabe con quién estudió, aunque allí tal vez trabajó en el taller del Caballero d’Arpino y pudo ver obras de Correggio, Parmigianino y de los Carracci, adalides del clasicismo boloñés que, imperante, trataba de enfrentarse al claroscurismo radical de Caravaggio. Ya en Roma, fue un espíritu convencido y receptivo de la nueva pintura. Es precisamente allí donde estudiará a Miguel Ángel y los frescos de Rafael en las estancias y logias, y dedicará muchas horas al dibujo. Su formación parece un tanto desconcertante: compagina su exquisito dibujo y sus contrastes de claroscuro.

Con respecto a su traslado a Nápoles, no podemos olvidar que, aparte de la pertenencia a la corona española, era la segunda ciudad de Europa, rica, con encargos de los que participa Ribera, recibidos sobre todo de los virreyes españoles: los duques de Osuna, de Alba de Tormes, de Alcalá o de Arcos, y también del conde de Monterrey o del hijo natural de Felipe IV, Juan José de Austria, a quien Ribera hizo en 1648 un excelente retrato ecuestre. Está pues ocupado y feliz, casado con Caterina, hija del pintor italiano Giovanni Azzolino.

Ello le hará decir en 1625 a Jusepe Martínez, cuando este lo visita: «[…] me hallo en esta ciudad muy admitido y estimadas y pagadas mis obras a plena satisfacción mía […]. España es madre piadosa para los extranjeros y crudelísima madrastra para sus propios hijos […]».

Eso y las numerosas obras que de una u otra forma llegan a la península le hacen, sin embargo, estar presente e influir en la pintura española con una reelaboración del estilo de Caravaggio; contrastes de luz y pinceladas con relieve para dar textura real, de tal manera que le hará decir a Longhi: «[…] es el primer intento de otorgar un contenido casi experimental a la naturaleza».

El San Onofre que nos ocupa, a veces interpretado como san Pablo ermitaño dada la similitud de sus atributos, es coherente con las obras que pinta en la década de los treinta, similares en técnica e incluso en tamaño: medio cuerpo, fuerte naturalismo con violenta iluminación tenebrista, pincelada recia casi con relieve. Sus apóstoles y santos, distintos que los del Greco o Rubens, tienen carácter humano e inmediato, tipos populares pero dignos, hombres reales trasladados al lienzo con el vigor de lo visible, con fuerte impacto cromático sin mediaciones idealizantes.

Publicada la obra que nos ocupa por Derby como original, Felton la atribuye a la escuela de Ribera, y Pérez Sánchez y Spinosa la confirman como de mano de Ribera por sus afinidades con las obras de ese momento; atribución que debe mantenerse, aunque tal vez no esté exenta de una puntual colaboración de su taller, dada la gran producción de esa década. Su firma al pie de sus cuadros es un resumen esencial de su vida: «Jusepe de Ribera, Hispanus, Valentinus et Academicus Romanus, faciebat partenope 1630».

Otras obras de la colección

Huida a Egipto
Huida a Egipto
Arco / Alonso del, Siglo XVII
Bodegón de cesta con frutas
Bodegón de cesta con frutas
Yepes / Thomas, Siglo XVII
Putti con manzanas y Putti con uvas
lo Spadino, Siglo XVII